#YoSoy132; DEL OLVIDO A LA DERROTA

Pronunciamento #YoSoy132 Coahuila

En virtud del silencio e indiferencia con que 132 a manejado nuestras diversas solicitudes como células independientes y colectivos ciudadanos, queremos manifestar nuestra inconformidad con dicho movimiento a nivel global.
132 no es ni debe ser un ente abstracto erigido a partir de criterios particularizantes. Muy al contrario, debe aspirar a ejercer procesos verdaderamente democratizadores y en ese proceso, debe implementar acciones firmes encaminadas a garantizar la participación de todos y cada uno de los ciudadanos y colectivos ciudadanos sin necesidad de que los mismos formen parte de la AGI ni de sus células “oficiales».
La actitud ególatra de la organización de 132 no solamente está dando un ejemplo claro de desvinculación e incomunicación, sino de retroceso tanto cuantitativo como cualitativo en el quehacer de construcción de ciudadanía encaminada a la plena conformación de cauces democratizadores que por otra parte no deben ser patrimonio de unos cuántos.
La lucha social o es de todos o queda huérfana, siempre lo hemos dicho y lo volvemos a sostener.
Las especulaciones en torno a que 132 se deba convertir en una federación contradicen por completo el espíritu de inclusión que debiera ya permear los ánimos de todos sus componentes. Dussel afirmó hace unos días que era recomendable que 132 se conformara en Federación; noción más que extrafalaria, improcedente e ineficaz. Puesto que al hablar de Federalizarnos, hablamos de anclar con más fuerza el centralismo y la burocratización de un movimiento que se mantiene de por sí y lamentablemente hermético. Además de que el mismo teórico por otra parte sugiere la idea de que necesariamente esta centralización deba estar solventada por una o varias figuras como líderes del movimiento, al poner como ejemplo a Camila Vallejo.
132 sólo llama a la sociedad a unirse a su causa, a aplaudirles, a hablar de ellos como los héroes valientes que la juventud de México esperaba para protestar, desconociendo de antemano el esfuerzo de muchos colectivos con mucha mayor antigüedad en el activismo social en contra de los desplantes, intrigas, crímenes y fraudes del régimen. 132 no convoca a nadie a trabajar hombro con hombro en la construcción de un mejor México, no. 132 Está convocado a su novena edición de la AGI prefijando los roles que cada fracción deberá cumplir, como si estuviéramos muy al estilo del PRI y su estructura de funcionamiento: por acá las células, por acá los voceros, por allá los ciudadanos simpatizantes y más allá los observadores (sólo les faltó asignar el espacio para sus porras oficiales-.
Y considerando que no están tomando en cuenta a los colectivos ciudadanos que tenemos propuestas concretas para 132 como movimiento de todos, estamos adivinando que entonces el proceso democrático de su Asamblea General InterUniversitaria  no deja de ser más que un parapeto mediático, a favor del cerco informativo que les ha beneficiado por parte de los medios nacionales de comunicación, quines por otra parte han hecho a un lado la labor emprendida por otros tantos colectivos y asociaciones, colgándole entonces todos los milagritos -sobre todo los de éxito- a 132. Movimiento que está de más señalar de nueva cuenta ha nacido en cuna de oro y sus componentes “oficiales» se comportan como si cada uno fuera heredero del Rey Sol -Luis XIV de Francia, para los despistados-.
Los colectivos sociales, las células independientes de 132 y los ciudadanos en sí, en pleno uso de nuestro derecho a auto definirnos #YoSoy132 pésele a quien le pese, exigimos a los organizadores de la 9na Asamblea General Inter Universitaria (AGI) que se llevará a cabo en Saltillo los próximos días 8 y 9 de septiembre, que garanticen tanto a los colectivos como a los ciudadanos su derecho a Voz y Voto durante el transcurso de la misma. Exigimos también que este derecho a voz y voto sea establecido desde la agenda misma y no por turnos o a “haber» quién levanta la mano.
Esta exigencia la extendemos por igual a la misma AGI y sus células en todo el país. Y la misma exigencia contempla de antemano rechazar el consabido argumento de “en la AGI lo resolvemos» ; ya no queremos atole con el dedo. O nos garantizan de antemano o demuestran su cerrazón ante la inminencia de democratizarse o morir.
Si esta solicitud no obtiene la respuesta adecuada por parte de 132 y su AGI, previa a la Asamblea en Saltillo, muchos colectivos y células independientes nos deslindamos de antemano de participar en dicha representación absurda y vacía de democracia.
Cabe destacar que tenemos más de una semana intentando establecer el dia´logo con diversas instancias de 132 a nivel local, regional y nacional, y todos nos han contestado con evasivas o simplemente no nos han contestado, dejando en claro ue hay cero interés en escuchar las voces que no sean las propias. Ante la simple pregunta, llana y abierta: ¿aperturarán la agi a la participación de colectivos y ciudadanos con derecho a voz y voto para hacer crecer este movimiento o se quedarán con su fiesta de petit comité esperando que todos los presentes les aplaudamos al final? No han sabido decir simplemente un Sí o un No.
Atentamente.- 
#YoSoy132Coahuila
Célula Independiente
Twitter:@YoSoy132Coahuila
Portavoz: Alejandro Esparza Farías.
Nota: denunciamos al mismo tiempo el acoso por parte de algunas células como 132Saltillo y una llamada 132coahuilaofi, quienes se han dedicado a difamar nuestras acciones y desacreditar nuestros canales de comunicación.

SE LE CAYÓ EL TEATRITO

Cuando todo parecía que la obra entraba a su final ya previsto, de pronto el telón se cayó, el escenario quedó al desnudo y los actores mostraron sus rostros sin la máscara del carnaval con la que festinaban la historia de un pueblo adormilado.

El público, la mayoría jóvenes, protestó ante la mascarada que ya se tenía prevista, lanzaron gritos y acusaron de engañarlos y disimular su papel más allá del guión escrito.

Cuando el telón se vino abajo, el personaje principal de la obra pasó de la sorpresa a la incredulidad. Desencajada, en su cara reflejaba el no saber qué hacer cuando se sale del libreto. Los gritos del público al verlo fuera de su papel como el seguro heredero de la silla presidencial, lo desubicaron y no sabía qué hacer, si reír, saludar, contestarles o decir algo. ¿Pero qué?, se preguntaba.

Había creído en las loas de los críticos de teatro que todos los días, sin mayor pretexto, lo habían ensalzado por encima de los mortales destacando sus cualidades extraordinarias en sus artículos, columnas, en sus programas de radio, televisión y en los periódicos. Creía que el escenario, hecho a su medida por el mejor sastre mediático, era tan bueno que podía resistir cualquier vendaval imprevisto y engañar al público haciéndolo pasar como la realidad.

No era cualquier cosa haber pagado a la compañía multimedia más de miles de millones de pesos, bajo la promesa de que todos saldrían ganando y que su imagen jamás seria dañada porque tendría una capa de protección a prueba de desastres.

Para eso les había pagado muchísimo dinero los últimos seis años, para que los profesionales de los escenarios, de las imágenes, de las historias de finales rosas, hicieran su trabajo y lo convirtieran en el personaje de una historia con final feliz, con una esposa de telenovela.

Todo iba bien para el principal protagonista. Apoyado por la mejor empresa de imágenes y la mejor tecnología, ofrecía al público una historia prometedora, con grandes expectativas para el futuro y sus diálogos eran fluidos. Cuando se atoraba en algo, si se le olvidaba una parte del guión, le ayudaban con un audífono minúsculo o una moderna pantalla invisible para el auditorio en el cual le decían que hacer.

Un día, sin embargo, ocurrió algo imprevisto. En una de las funciones dedicadas a jóvenes universitarios quiso improvisar y se salió del script, sintiéndose muy seguro de sí mismo. Las protestas vinieron de inmediato y, aunque llevaba a sus invitados, el auditorio se desbordó hasta que provocó la caída del telón.
Nadie pudo ayudarle. Trató de calmar los ánimos y le fue peor. Salió por detrás del escenario y lo siguieron los jóvenes que lo habían descubierto. La mascarada se había terminado. No era un actor, sino el responsable de represiones, corrupción y mentiras.

Corrió por pasillos, oficinas y hasta se escondió en los baños. Sus guardias lo protegieron de los jóvenes que le gritaban de todo. Desencajado, su rostro era grabado por muchos de los estudiantes que fueron acusados de agitadores profesionales por aquellos corifeos que salieron a defenderlo en radio, televisión y periódicos.
Pero ya era tarde. Caído el telón, el personaje principal de la representación ya no era creíble, su papel había terminado.

Dolido, días después trato de retomar su papel, subió de nuevo al escenario, pero ya se le veía diferente, balbuceaba cuando hablaba y su cara ya no mostraba la misma sonrisa que tanto tiempo le había constado construir.

Para las siguientes representaciones llevó a sus guardias cebados por el rencor. Cada vez que un joven se atrevía a protestar por la mala actuación en algunas de sus presentaciones, lo callaban a golpes y amenazas.

La puesta en escena había cambiado a la mitad de la temporada. El público ya no le creyó su historia y la sonrisa del actor principal cambió por una mueca.

El menosprecio de Peña Nieto

Proceso.

DEBATE #YoSoy132, DESDÉN PRIVADO Y OMISIÓN PÚBLICA

Editorial.

la Jornada 19 de junio 2012.

Está programado para las 20 horas de hoy el único debate real entre candidatos presidenciales en la presente campaña electoral, habida cuenta de que los encuentros realizados el 6 de mayo y el 10 de junio fueron meras exposiciones, acartonadas, acotadísimas y previsibles, de las posturas de los aspirantes. En contraste, en la reunión concebida y organizada por el movimiento estudiantil y juvenil #YoSoy132, y hospedada por la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), los protagonistas deberán responder a preguntas no pactadas de antemano (aunque ponderadas y validadas por académicos de varias instituciones) sobre ciencia y tecnología, educación, arte y cultura; debatir entre ellos temas como la necesaria democratización de los medios y el combate a los monopolios, y contestar a las inquietudes del público, filtradas por un sistema de votación en línea. Es significativo del atraso institucional que padece el país que el movimiento estudiantil haya sido capaz de formular y organizar, en pocos días pero de manera eficiente, un cotejo de propuestas y de personalidades que resultó ausente en los encuentros pactados por el Instituto Federal Electoral (IFE) y los partidos con registro.

Aunque el movimiento #YoSoy132 es, de origen, contrario a la candidatura de Enrique Peña Nieto y a lo que ésta representa, los términos y el formato del debate aseguran equidad e imparcialidad. Resulta inexplicable, por ello, que el aspirante presidencial priísta persista en su rechazo a participar en el intercambio de hoy, sobre todo si se tiene en cuenta que es la única oportunidad real de confrontar las propuestas en juego para los comicios del primero de julio próximo y constituye, en esa medida, una inapreciable posibilidad para que la ciudadanía se haga una idea precisa de las aptitudes de los contendientes y de la calidad de sus plataformas.

Por la trascendencia de la decisión que los votantes habrán de tomar dentro de 12 días, la creatividad y la capacidad de organización y de convocatoria de los jóvenes debiera merecer un decidido respaldo de los consorcios mediáticos y, sobre todo, de los instrumentos de difusión del Estado. Pero los medios electrónicos privados, al negarse a dar cobertura al encuentro –con la excepción, hasta el cierre de esta edición, de Milenio Tv– han refrendado su conocido desdén por la información cívica y la cultura democrática, pese a que son beneficiarios de concesiones de radiofrecuencias que pertenecen a la nación; han dado, asimismo, una nueva muestra del extremado pragmatismo monetario que los caracteriza al optar por la difusión de programas comerciales en detrimento de una información crucial para la vida republicana de México.

La ausencia en el encuentro de los medios públicos –los canales 11 y 22, el Instituto Mexicano de la Radio, IMER y, hasta donde se sabe, del Canal del Congreso– es aún menos justificable, pues son, o debieran ser, entidades consagradas a la difusión de temas de interés y relevancia públicos, y el debate organizado por #YoSoy132 corresponde, evidentemente, a esta categoría. Particularmente lamentable resulta el pretexto esgrimido por el canal del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de que no transmitirá el encuentro porque Peña Nieto no asistirá a él. Al argumentar de esa manera, la televisora del Poli se presenta como guardaespaldas mediática de uno de los contendientes.

Aunque este boicot de hecho contra el llamado Debate #YoSoy132 resulte exasperante e indicativo del desdén de los medios privados por la información de interés público, así como de la omisión de órganos de difusión del Estado ante sus responsabilidades básicas, es posible que tales actitudes resulten contraproducentes para los medios en cuestión. Si la creatividad y el ánimo cívico logran una difusión masiva del debate por medios alternativos, se confirmará, como pudo apreciarse el pasado 6 de mayo, que la cobertura de la televisión abierta y de paga empieza a volverse prescindible para una sociedad ávida de información y difusión responsable y veraz. Es posible que en la confluencia de movimientos sociales emergentes y de las redes sociales empiece a gestarse la obsolescencia de las concesiones como mecanismos ilegítimos de acumulación de poder político.

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE #YoSoy132

Reproducimos el texto, tomado de: animal político.

Con representantes de 133 escuelas (99 públicas y 34 privadas) y acompañados por 34 enviados de agrupaciones de la sociedad civil, que en esta ocasión no contaron con voz ni voto, este documento fue avalado en definitiva por 70 planteles, a través de sus representantes, mientras que otros 38 consideraron oportuno abstenerse, para llevarlo a ratificación a sus respectivas asambleas escolares, por lo que, se anunció, la aprobación de ayer sólo fue en lo general y deberá ser refrendada por la próxima asamblea general de #YoSoy132, a convocarse en los próximos días.

Además, los representantes universitarios acordaron continuar hoy las deliberaciones relativas a su plan de acción y al formato del debate al que convocaron a los candidatos presidenciales, para lo cual informaron que ya se cumplió con la formal invitación a los tres que aceptaron participar (Andrés Manuel López Obrador, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri), mientras que, para evidenciar el rechazo de Enrique Peña Nieto, adelantaron que dejarán una silla vacía durante su transmisión (que se realizará el 19 de junio próximo, a través de YouTube, empresa que ya dio su consentimiento para la emisión en vivo).

Cabe destacar que la jornada de ayer representó uno de los principales retos enfrentados hasta ahora por #YoSoy132 y su esquema horizontal de organización, ya que dicho modelo dio pie a que la discusión se viera interrumpida decenas de veces por los mismos participantes que reclamaban su derecho a intervenir en las deliberaciones (aún cuando no asistieran en representación de ninguna asamblea escolar, caso de 50 observadores que ingresaron al auditorio de la Ibero), originando que, de los cuatro puntos planteados en el orden del día, sólo pudiera desahogarse cabalmente el relativo a la declaración de principios que, a continuación, te presentamos íntegramente:

Declaración de principios del movimiento #YoSoy132

El Movimiento #YoSoy132 nace en una contienda electoral sin contenido, bombardeada de spots sin propuestas, de mensajes vacíos, de promesas sin voz. Durante la campaña electoral, gran parte de la sociedad se mostraba dormida, debido a la insípida deliberación y la notoria imposición de una figura política, mediáticamente construida.

Fue en un recinto universitario, colmado por la profunda indignación hacia una gestión de gobierno, donde los estudiantes sacudieron la conciencia crítica y decidieron alzar la voz, para intentar despertar a un país herido de muerte.

El 11 de mayo, Enrique Peña Nieto, candidato del duopolio constituido por Televisa y TVAzteca, se presentó frente a los estudiantes de la Universidad Iberoamericana, contrario a la mecánica acostumbrada de las mismas preguntas, las mismas respuestas y la sesión de fotos para los medios, los estudiantes cuestionaron de manera crítica la postura del candidato, exigieron respuestas, rechazaron las ofrecidas, reclamaron nuevas.

Al finalizar el diálogo, la protesta de los estudiantes y la muestra generalizada de rechazo, obligaron al candidato a salir por la puerta trasera, ante la movilización victoriosa de los estudiantes y su inconformidad. La reacción de la cúpula priista no se hizo esperar: los expertos, sabios y hombres de ‘buenas costumbres’, autoproclamados descriptores de la única verdad, desde los periódicos de la Organización Editorial Mexicana hasta el presidente del PRI, Joaquín Coldwell, fueron cómplices del silencio e intentaron socabar la crítica de los estudiantes y borrar este hecho del entorno político-social.

El acto, dijeron, fue un boicot orquestado por acarreados, porros y facistas, que habían sido entrenados por alguien para actuar ese día. Etiquetaron a los estudiantes y difamaron sus motivaciones y reclamos. Los cómplices del silencio intentaron resolver, una vez más, un problema real de la manera en la que siempre lo habían hecho.

La historia política tiene puntos de quiebre, éste fue uno de ellos. La mentira se hizo evidente, los estudiantes reaccionaron. Organizados, denunciaron la distorsión de la información y la ocultación de la misma. Así, 131 estudiantes de la Universidad Iberoamericana, publicaron un video en YouTube, identificándose como los estudiantes universitarios que tenían como objetivo ir en contra de la falsa objetividad de un estado de prensa corrupto y agresivo.

Su lucha, en desigualdad de condiciones, abanderaba la legitimidad de su reclamo y la reivindicación de la voz de los estudiantes. Este intento noble de unos pocos encontró, en otras trincheras universitarias, un eco neto de solidaridad. El llamado original de indignación de estos estudiantes se convirtió en un grito de reclamo, de exigencia de cambio, al que los universitarios se unieron. Un grito que, por mucho tiempo, estuvo ausente, pero que ahora se ha logrado expandir hacia el resto del país.

El reflejo de la situación caótica mundial, que resulta en los distintos movimientos de protesta, se reflejó también en nuestro país, mostrándonos como parte de un contexto de protesta internacional, que fue el origen y nacimiento del movimiento que ahora defendemos.

Al estallido de indignación siguieron marchas que congregaron a distintas universidades, el reclamo llegó a las instalaciones de las televisoras, donde se alzó la voz y se convocó a las primeras movilizaciones.

Los estudiantes unieron sus voces e intereses en la Estela de Luz, el 23 de mayo. Las universidades privadas se acercaron por primera vez a las universidades públicas, en ese lugar se reconocieron como iguales, como hermanos y hermanas de una misma causa, de una misma lucha.

Se sostuvieron reuniones entre los representantes de las universidades privadas y públicas, el sábado 26 de mayo se convocó a un mitin en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, para presentar propuestas y después se invitó a una asamblea interuniversitaria, en la UNAM, el miércoles 30 de mayo, con el objetivo de incluir a las universidades restantes y completar un proceso plural.

Nos presentamos para pedir la construcción de un frente común, que va más allá de todo protagonismo, y que se dirige a un fin mayor: revolucionar a un país convulso y reivindicar principios mínimos que han sido sobrepasados por los intereses particulares de distintos poderes.

Nosotros somos los estudiantes, profesores y profesionistas de las universidades públicas y privadas, que rechazan el paradigma fatalista que establece que todo está dado de acuerdo a un plan impuesto del que no podemos escapar, un mundo que se presenta como inevitable y el cual tenemos que aceptar.

Somos aquellos que han encontrado nuevas vías de acceso a la realidad y nuevas formas para actuar. Nos aglutinamos como contrapeso a la idea rígida y aparentemente impenetrable de imposición, motivados por la espontaneidad de nuestras acciones y por el deseo de alcanzar resultados inesperados para el futuro de nuestro país.

Somos no sólo quienes estudian, sino quienes añoran estudiar y no tienen las oportunidades necesarias, quienes estudiaron y seguirán haciéndolo para ser mejores ciudadanos y para hacer de éste un mejor país.

#YoSoy132 es un movimiento con un cuerpo orgánico propio, inmerso en una dinámica que lo hace evolucionar rápidamente, para crecer a la par de los eventos que ha desencadenado.

Es un intento de detener la erosión que se da al interior de los movimientos que responden a la velocidad de los acontecimientos sociales y políticos.

Este movimiento se nutre de los lazos de solidaridad entre compañeros, de igualdad entre ciudadanos, de fraternidad entre hermanos, de confianza entre colegas, de amor entre camaradas y de respeto entre seres humanos.

A partir de estas raíces crece y seguirá creciendo.

El movimiento reivindica, día a día, la construcción de un nuevo lenguaje, uno que asienta el valor de la pluralidad en sí mismo y que va más allá de la tolerancia compartida.

Hemos roto los prejuicios artificiales de la división de la identidad entre estudiantes de escuelas públicas y privadas. Simplemente somos estudiantes, sin distinción, figuras de lucha, conocimiento, pasión, energía, racionalidad y de un presente que nos reclama trabajar para dejar de ser el país de las oportunidades perdidas.

Éste es un movimiento que no descarta personas sino argumentos. Que expone y evidencia las verdaderas intenciones de aquellos argumentos, con capacidad de repercutir en la vida pública del país, estado o comunidad, con un enfoque crítico y analítico.

Consideramos que, como grupo, debemos realizar un ejercicio crítico que busque la superación del status quo, por medio de argumentos racionales y acciones responsables, en pro de la libertad, la justicia y la prosperidad.

Sabemos que somos parte de una comunidad que nos antecede y determina. Que debemos orientar las habilidades adquiridas en nuestras disciplinas para retribuir a la comunidad con ellas. Que debemos buscar la transformación del país, mediante la convicción, concientización, construcción y ejecución de propuestas viables, conformadas multi e interdisciplinariamente. Que no debemos nunca menospreciar el conocimiento, la experiencia u opiniones de terceras personas. Que debemos construir un imperativo moral y una voluntad que tenga la capacidad de transformar, así como reconocer que no existen diferencias esenciales entre los individuos, sino desigualdades en oportunidades, condiciones y circunstancias que debemos buscar subsanar.

Por eso preferimos salir a las marchas, que marchar a las salidas.

Preferimos la ridícula juventud, sobre la seriedad de los jóvenes-viejos.

Los twitts y las universidades, que las noticias universales.

Sumarnos a las marchas, que sumarnos a otras cifras.

Preferimos un mundo de redes sociales, que mundos enredados en nudos.

Preferimos marchar que marcharnos.

Preferimos el internet y su (inaudible). Porque no somos uno ni somos cien: prensa vendida, cuéntanos bien.

Porque unidos somos más de 131, así nace #YoSoy132.

El movimiento #YoSoy132 es prueba de que existe una conciencia histórica colectiva, es la manifestación de la acumulación de todos los acontecimientos que nunca debieron haber sido tolerados.

Somos hijos de las matanzas y represiones estudiantiles, de la guerra sucia, de las crisis económicas, de la violencia sin sentido, de la profunda corrupción, de la rampante impunidad, de la educación abandonada, de una sociedad mayoritariamente machista, de la violencia de género, de la dominación ideológica y material de una forma de pensar y de una forma de vivir, de un campo abandonado y un trabajo indigno.

Somos hijos de un nuevo México que gritan “Nunca más”.

Es por eso que el movimiento #YoSoy132, advirtiendo con preocupación el divorcio existente entre las instituciones mexicanas y los ciudadanos, que impide la traducción de preferencias sociales en políticas públicas enfocadas en el bienestar general; reconociendo la desigualdad en el acceso a los servicios de salud, educación y justicia, siendo que el Estado es responsable de garantizar la equidad y calidad de tales; profundamente consciente de que la creciente demanda de los derechos de salud, educación y justicia ha sido resuelta por el Estado de manera insuficiente en términos de cobertura y deficiente en términos de calidad; advirtiendo con pesar la incapacidad del Estado de garantizar los derechos de vida y propiedad de manera generalizada en el territorio nacional; alarmados por el obsceno desinterés que gobernantes demuestran al anteponer sus intereses personales al interés de sus representados; dándonos cuenta de que los ciudadanos y los políticos partidistas emanan ambos del mismo orden social que los antecede, haciendo que político y ciudadano no sea categorías mutuamente excluyentes, sino un círculo virtuoso de una política a la que se aspira; convencidos de que toda política pública debe estar enfocada a alcanzar objetivos que deriven en resultados socialmente benéficos, a través de medios específicos; declarando que el libre, horizontal y transparente tránsito de información es fundamental para considerar una democracia verdaderamente consolidada; recordando que a lo largo de la historia la sociedad civil organizada ha logrado un cambio sustancial en la manera de proceder de las instituciones; plenamente conscientes de que los estudiantes que verdaderamente apuesten por transformar su sociedad no pueden estar sólo académicamente bien formados, sino que tienen la obligación de hacer vibrar el conjunto de la vida pública, sacudir a su sociedad, moverla y dinamizarla; resaltando que en México, sus instituciones y sus universidades, los funcionarios no funcionan, los políticos hacen de todo menos política, los votantes votan pero no eligen, los medios de información desinforman, las bancarrotas se colectivizan, las ganancias se individualizan, es más libre el dinero que las personas y éstas están al servicio de las cosas; notando con tristeza que en nuestro país la educación enseña a ignorar y a obedecer, que sus caras directivas en casos agravian a sus comunidades universitarias; establece los siguientes principios generales que vinculan a todos los comités de #YoSoy132, que deberán respetar todas las normas y decisiones generadas por el movimiento y que reconocen los valores de honestidad, respeto y tolerancia a la luz de los derechos humanos, como eje rector del movimiento mismo, en los términos del artículo primero de la Constitución Política de nuestro país:

1.- Declaramos ser un movimiento apartidista, entendido como la inexistencia de cualquier vínculo orgánico con cualquier partido político; pacífico, entendido como el rechazo absoluto al uso o manifestación de violencia, como recurso para alcanzar nuestros objetivos; debate estudiantil, entendido como el fundamento del movimiento que es, a su vez, catalizador del cambio social; laico, entendiendo esto como un movimiento totalmente desvinculado de cualquier doctrina o institución religiosa; plural, entendiendo por esto la inclusión de todos los individuos, de toda zona del país, que comparten los principios y características aquí contenidos; reconociendo un vínculo compartido de solidaridad y unidad, en la lucha con otros movimientos, sin que esto signifique que el movimiento #YoSoy132 los sustituya; de carácter social, entendiendo esto como la directriz de reivindicar a la sociedad como el principal sujeto beneficiario de las acciones del movimiento; de carácter político, porque se interesa en los asuntos públicos y pretende desarrollar espacios para la participación ciudadana activa, sin limitar esta actividad a la llamada ‘clase política’, que pretende ser la única intérprete de los asuntos políticos del país; de carácter humanista, entendiendo esto como la búsqueda por revalorizar y desarrollar todas las capacidades del ser humano, y no sólo aquellas que se centran en el consumo masivo de mercancía, promoviendo el carácter ético del hombre; autónomo, porque reconoce y valora la organización y decisiones internas de cada universidad, como expresión democrática libre de todas ellas; comprometido y responsable, entendiendo con ello que comprendemos el valor inigualable de construir por el país, y que reconocemos que las consecuencias derivadas de nuestras convicciones se asumen de manera compartida entre sus miembros; democrático, entendiendo por esto el intento de construcción y toma de decisiones en comunidad, partiendo de un diálogo simétrico y equitativo en el acceso de información, abogando por una democracia participativa, que vaya más allá del modelo representativo que ahora tenemos, encaminado al mejoramiento de la cultura del país.

2.- Proclamamos que no puede haber ciudadanía sin libertad de expresión plena, que contiene al diálogo como expresión necesaria. Es por ello que mostramos nuestra más firme solidaridad con todas aquellas personas que han visto acalladas sus voces, y con las causas que defienden los movimientos sociales en pro de la justicia. Resolvemos que este movimiento estudiantil supera y trasciende la actual coyuntura electoral, ya que el voto es una condición necesaria, pero no suficiente para la modificación democrática de las condiciones sociales, con lo que nos consideramos de carácter permanente.

Con estas directrices buscamos alcanzar una verdadera libertad de información que se logrará con la pluralidad de los medios de difusión masiva y con la participación pública dentro del sistema de medios de comunicación actualmente inexistente.

En consecuencia, asumimos la urgencia de una ofensiva organizada, que construya una organización plural y abierta, con principios sólidos, capacidad de movilización y una clara política de alianzas; deliberativa sobre los problemas fundamentales del país, consistente no sólo en movilizaciones, sino en un movimiento que elimine las estructuras de dominación y de poder.

Por todo esto, les pedimos que despierten, que rechacen la idea de que las cosas no pueden cambiar, que no compren un mundo en el que pocos ganan y muchos pierden, que se den cuenta de que si las estructuras que nos han oprimido todo este tiempo están temblando es porque tenemos el poder de que nos regresen lo que es nuestro, que se indignen ante lo indignante, que no volteen la cara al dolor, que escuchen los gritos de los excluidos, los perseguidos, los caídos, que también alcen la voz y sean parte de esta lucha pacífica, que vivan más allá de sí mismos y nos ayuden a cambiar esta realidad: seamos un solo movimiento, una sola fuerza, y cambiemos de una vez por todas a nuestro país.

Por una democracia auténtica

#YoSoy132

Epílogo: Cabos sueltos

Los siguientes fueron acuerdos emanados de la reunión de ayer de #YoSoy132, que generaron inconformidades y, en futuros encuentros, serán discutidos nuevamente:

– Negar el derecho a voz a los universitarios que asistan a las reuniones de voceros, sin contar con la representatividad de una asamblea escolar.

– Negar su integración plena a estudiantes de teatro pertenecientes al Centro Libre de Experimentación Teatral (por no contar éste con un registro como centro educativo); así como al movimiento de estudiantes rechazados de la educación superior, por no ser formalmente estudiantes regulares.

– Negar una ampliación de “votos” a los representantes que vienen de provincia (quienes cuentan sólo con dos votos por entidad federativa) a pesar de que asistan en nombre de decenas de planteles (algunos delegados del interior de la República llevan la voz de hasta 28 escuelas). Esta postura, así como la falta de compromiso con el orden del día, originó que las representantes de #YoSoy132 de Querétaro y de la Universidad Pedagógica Nacional campus Ciudad Juárez, anunciaran su “decepción” ante los procedimientos “antidemocráticos” empleados en la reunión de estudiantes.

 

DEFINICIÓN DE POSTURA #YoSoy132

Estudiantes del CIDE, ITAM y de “Yo soy 132″ definen sus posturas

El pasado 29 de mayo tanto alumnos del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) e  integrantes de “Yo Soy132″presentaron sus posicionamientos respecto al rol que desempeñarán como parte de dicho movimiento.

Los alumnos del ITAM votaron a favor de mantenerse en el movimiento, pero sinasumir la posición anti-Peña Nieto, que el movimiento “Yo Soy132″ adoptó el pasado fin de semana durante una reunión de la Coordinación Interuniversitaria en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.

En una asamblea que duró aproximadamente cuatro horas, estudiantes del ITAM decidieron la medida por votación y aclararon que este deslinde no implica dejar de ser parte del movimiento y que seguirán defendiendo la democratización de los medios de comunicación.

Mientras que los alumnos del CIDE redactaron un documento que establece la base de su trabajo; en él declaran su oposición al proyecto político de la coalición Compromiso por México (PRI-PVEM), al considerar que actúa contra los principios que ellos defienden.

Sobre Enrique Peña Nieto, rechazaron categóricamente  su “Manifiesto por una Presidencia Democrática al considerar  que lo que propone son derechos y obligaciones constitucionales que todo funcionario público está obligado a cumplir.

En el manifiesto, los estudiantes del CIDE también declararon tener simpatías partidistas diversas y, por tanto, no coincidir en el apoyo a un candidato en particular. “Pese a ello, tenemos ideas en común que nos impulsan a unirnos a esta causa… Creemos que el movimiento debe ser pluralLas voces estudiantiles, si bien organizadas, no deben ser homogeneizadas“, en alusión a la decisión de “Yo soy 132″ (@YoSoy132) de asumirse como un medio anti-Peña.

Asimismo, dijeron que no pueden “exigir una completa imparcialidad en las líneas editoriales de los medios de comunicación“, pues “no buscamos controlar la opinión de los medios, sino permitir que se escuchen más voces” que no respondan al control de un partido político.

Los integrante de “Yo soy 132″ del CIDE exigen, además, un tercer debate entre candidatos presidenciales que sea transmitido en cadena nacional organizado por las universidades y que permita la participación de los ciudadanos, así como transparentar el gasto de los partidos políticos en sus campañas.

Asimismo, rechazaron la propuesta de que los votos sean contabilizados por estudiantes, pues explicaron, el conteo de votos es una obligación constitucional que compete al IFE, aunque sí apoyaron su participación como observadores electorales.

Aquí puedes leer íntegro el manifiesto de “CIDE-132″.

“Manifiesto 132″

Ayer el movimiento “Yo soy 132″ también dio a conocer su manifiesto,  a través de su página yosoy132.mx, en el cual expresa su postura ante la vida política y social de México, así como sus exigencias.

Exigen la transmisión en cadena nacional del  debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, asimismo mantienen su petición de democratización de los medios,seguridad, abrir el debate a los jóvenes, entre otras.

En el manifiesto también se unen a la víctimas de Atenco, del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, las minorías sexuales, trabajadores explotados, víctimas de feminicidios, así como a los pueblos indígenas en resistencia.

Llaman a la sociedad, con énfasis en los jóvenes,  a sumarse al movimiento y a hacer suyo su pliego petitorio.

Aquí el manifiesto:

El sábado 26 de mayo, en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el movimiento somos más de 131 leyó un manifiesto en el cual definió que uno de sus objetivos es que el ex gobernador del Estado de México no sea presidente de la República.

Tras una sesión de nueve horas, la coordinación integrada por universidades públicas y privadas que forman parte de “Yo soy 132” se pronunció también por continuar la lucha para democratizar los medios de comunicación.

Segundo manifiesto #YoSoy132:

 

PRONUNCIAMIENTO DE #YoSoy132Coahuila

Cuando de pronto descubrimos que el tiempo no se detiene aprendemos también que uno de los significados de la existencia es precisamente valorar este tiempo como una oportunidad irrepetible para sembrar destino.

Es indiscutible que además, ese destino se ha de sembrar con la consciencia de una proyección a priori productiva y sin menoscabo de la creatividad que cada contingencia exige aplicar suceso por suceso, de manera concreta y especial.

Es muy importante que el movimiento #YoSoy132 permanezca sustentado en un apartidismo a toda prueba, pues más que una circunstancia, ser apartidistas nos trae ventajas sustanciales a la hora de definir estrategias y posturas, porque básicamente se trata de ser apartidistas en el sentido de ver por el bien común y colectivo. La responsabilidad de una visión compartida se hace manifiesta y porta su estandarte en el momento mismo en que ser apartidista confiere libertad ciudadana y por tanto, nos permite puntualizar todos aquellos aspectos de la vida social y democrática que son vulnerados, casi siempre, por el ejercicio de un poder político que en México se torna castrante y anti ciudadano.

Debemos ser conscientes de que vivimos en una época delicada y sensible, de trascendencia y definitoria. De aquí en adelante comenzamos a trazar los senderos por los que deberá atravesar  nuestra vida nacional, y una vida nacional se sugiere por antonomasia colectiva. Estamos fraguando una Revolución que debe tornarse en Evolución cotidiana; del pensamiento y el axioma humanitario en pos de la igualdad, no del ahondamiento de divisiones a ultranza por medio de las cuales el único que pierde es México y su gente. Una revolución pacífica y constante, por medio de la cual orientemos los paradigmas que a través de su natural esencia coadyuven al enriquecimiento educativo, cultural, político y comunicacional de todos y cada uno de los habitantes de este territorio mexicano, en la ciudad y en el campo, en las aulas y en las calles, en las oficinas y en las fábricas, en los comercios y en los restaurantes. En los hogares y en las iglesias, en las redes sociales y en la vida in situ. Es la hora de robustecer y hacer efectivo nuestro Estado de Derecho y esto sólo podrá ocurrir con una ciudadanía participativa, crítica y constructiva que obligue al mal gobierno a claudicar de sus tropelías.

Sostenemos desde luego que para ello es necesaria la convergencia y el diálogo entre todos los actores. Sabemos y entendemos que nuestros tiempos exigen menos ambigüedad por parte de los políticos pues exigimos rendición de cuentas, transparencia, respeto a la pluralidad y el disentimiento orientado a construir esa pluralidad con base en el consenso, no del arrebato. De igual forma nuestra demanda por la democratización de los medios masivos de comunicación debe ser una presión disciplinada y severa en cuanto a la vigilancia y exigencia en sí misma. No podemos caer no solamente en provocaciones, sino que debemos entender que los poderes fácticos en nuestro país son muy astutos y si han logrado infiltrarse en el Movimiento, al igual que algunos partidos políticos, ello no deberá significar jamás un rompimiento con nuestra ética y pacifismo.

Nos hemos pronunciado reiteradamente a favor de la verdad y es ahora cuando debemos reasignarnos la convicción de no solo exigirla sino predicarla actuando con absoluta transparencia. La verdad será siempre nuestra mejor defensa, y la verdad nos exige honestidad y congruencia.

Apostemos por contribuir al desarrollo nacional a partir del redimensionamiento de los valores éticos y morales que a toda sociedad comunican aún en medio del marasmo violento de la idiosincrasia absurda que han generado las formas de conducción de los partidos políticos y los medios de comunicación en nuestro país, pues han promovido una mayoría social cimbrada en la desigualdad y obstinación mental. No han apostado por proponer una cultura de ciudadanos críticos, sino dependientes, a quienes al menor pretexto manipulan para que inclusive salgan a las calles para actuar como porros en contra de ciudadanos que son sus iguales. Es decir que al sistema político mexicano no le interesa en lo absoluto patrocinar enfrentamientos entre ciudadanos y envía a ciudadanos a golpear a ciudadanos cuando los ciudadanos agredidos protestan en uso pleno de sus facultades constitucionales y democráticas.

La verdad es que toda temporada electoral debería significar un ejercicio cívico, de análisis y reflexión por parte de todos los ciudadanos, porque aún y a pesar de favoritismos o tendencias por tal o cual partido o candidata (o) la sociedad mexicana lo que debiera es estar cotejando las propuestas de todos los contendientes y no hipnotizada por la absurda andanada mercadotécnica en la que se gastan miles de millones de pesos del erario público, sin mencionar la fervorosa compra del voto y acarreo de ‘militantes’ sin ton ni son. Agregando por supuesto a lo anterior el vertiginoso bombardeo mediático que satura nuestras mentes y nos confunde, al expresar cada medio siempre su propia visión y algunas de esas visiones estar comprometidas de antemano con otros intereses que no son los de los ciudadanos.

Nos pronunciamos categóricamente en desacuerdo con cualquier acto de violencia física y/o estructural, emprendida en contra de cualquier ciudadano pisoteado por ello en sus más elementales derechos; nos pronunciamos por hacer un llamado general a la concordia y a los partidos políticos que se infiltran en las filas de los movimientos ciudadanos apartidistas les exigimos nos dejen actuar con nuestra neutralidad consabida.

La violencia generada en contra de compañeros del movimiento #YoSoy132 que asistieron al Estadio Azteca y en contra de todo compañero ciudadano libre y auténtico es una represión que nos duele, pero sobre todo nos Indigna. No guardaremos reposo hasta que la Justicia en nuestro país sea un acto y un hecho a favor de todos e imparcial. No descansaremos hasta que veamos destruida, piedra sobre piedra, la edificación de mediocridad que medios de comunicación perversos, partidos políticos y gobiernos han construido en torno a nuestra vida pública y en la que han atrincherado a los sectores vulnerables de nuestra sociedad, promulgando en la desigualdad el encono suficiente para que ciudadanos se peleen contra ciudadanos, por el simple hecho de no compartir una preferencia electoral sustentada en la dádiva o la coerción.

La construcción de la democracia no se limita a un ‘ejercicio electoral’ en el cual solamente haya que ir a depositar un voto en la urna, sino en la identificación de nuestra diferencias para subsanarlas y convivir en el uso de nuestra libertad y respeto mutuo y recíproco. México es de todos, menos de quienes solo lo explotan y le mienten.